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martes, 18 de octubre de 2011

COMO PERDER EL TIEMPO EN UNA ISLA DESIERTA

Yo estaba en la península de Kamchatka, en Rusia por temas de trabajo. Decidí irme de vacaciones a Australia a ver a mis tíos. A primera hora de la madrugada cogí el vuelo con destino a Weipa. A mitad de camino, en el océano Pacífico mi avión se accidentó. Lo supe al despertar a la orilla de una isla que parecía estar completamente desierta.
No había ningún rastro de civilización a parte de los restos del naufragio, en los que encontré una maleta, una maleta que, antes del vuelo había preparado específicamente por si ocurría lo que ocurrió.
En la maleta metí un pedernal para tener fuego de manera segura ya que si se mojaba no dejaba de funcionar y tardaba años en agotarse. También metí una navaja que me sirvió para diversas cosas, un Windows vista para seguir con mi trabajo y chatear por Internet con mis tíos para informarles de lo sucedido, un abrigo para pasar las noches frías y un manual de supervivencia que me fue muy útil para aprender técnicas para sobrevivir en la isla.
Con el pedernal encendí un fuego que alimenté con ramas y hojas día y noche, con la navaja y unos palos me construí una cabaña, recogí peces y cacé fruta de la isla.
Unos meses más tarde me encontró un helicóptero y me rescataron. Cuando me subí al helicóptero, vi desde el cielo, tras unas montañas de la isla, ¡otra isla! y estaba poblada. Ya me extrañaba a mí que hubiese conexión en la isla…
Y así es como perdí tres meses de vacaciones.

Julio Lallave 1º E.S.O